En los últimos años, las relaciones económicas entre Uzbekistán y China han entrado en una nueva etapa, con una cooperación en los sectores industrial y automotriz en constante crecimiento.

China es reconocida como uno de los mayores centros industriales del mundo, con una experiencia avanzada en manufactura de alta tecnología, producción automotriz moderna e industrias digitales. Uzbekistán, por su parte, es un país en desarrollo que busca diversificar su economía, fortalecer su industria local y ofrecer productos competitivos a los mercados internacionales.

Esta alianza estratégica es mutuamente beneficiosa: para China, proporciona un centro estable de manufactura y logística en Asia Central; para Uzbekistán, brinda acceso a tecnología, inversión y nuevas oportunidades laborales.

Desde esta perspectiva, los proyectos conjuntos con empresas chinas, especialmente en el sector automotriz, y la entrada de diversas marcas, están sentando las bases para el desarrollo de clústeres industriales modernos en Uzbekistán.

Cabe destacar que la inauguración de la fábrica BYD Uzbekistán en la región de Jizzakh ha marcado una nueva etapa en la cooperación tecnológica e industrial entre China y Uzbekistán, así como un hito para la industria automotriz local. La fábrica contribuye significativamente al crecimiento de la industria ecológica en Uzbekistán mediante la producción de vehículos eléctricos e híbridos.

Establecida en junio de 2024 mediante una alianza entre la mundialmente reconocida BYD Auto y Uzavtosanoat, la planta se ha convertido rápidamente en un símbolo de colaboración industrial. Recientemente, mi colega chino Hu Hinchen, reportero de la cadena CGTN, y yo visitamos la fábrica y conocimos de primera mano sus operaciones.

La planta BYD, que actualmente produce 20.000 vehículos al año y emplea no solo a ingenieros locales, sino también a 80 especialistas extranjeros, es una fuente de esperanza para el mercado laboral local. Una vez que alcance su plena capacidad en 4-5 años, se espera que produzca 500.000 vehículos al año y cree 4.000 empleos adicionales, impulsando significativamente la economía local.

La demanda de vehículos eléctricos aumenta constantemente en Uzbekistán, lo que refleja los esfuerzos del país por adoptar energías renovables. La adopción generalizada de vehículos eléctricos e híbridos reducirá las emisiones nocivas, disminuirá la dependencia de la gasolina y el diésel, y ampliará el acceso a un transporte cómodo y energéticamente eficiente.

Cabe destacar que estos vehículos se exportan no solo dentro de Uzbekistán, sino también a otros países de Asia Central.

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En general, este proyecto va más allá de la producción de vehículos; no solo fortalece el papel de Uzbekistán en los sectores industrial y del transporte a nivel mundial, sino que también destaca la importante contribución del país a estos campos. Este es un momento de orgullo para Uzbekistán y su gente.

Utkir Alimov,

Anvarjodzha Ajmedov (editor de video),

UzA