Continúa la reunión, bajo la presidencia del líder uzbeko Shavkat Mirziyoyev, dedicada a las tareas actuales de aumentar a la influencia de las actividades educativas y culturales en el país.

“Continuamos grandes trabajos por disminuir a la pobreza económica en la sociedad. ¿Pero, cómo podemos disminuir a la pobreza educativa? ¿Cómo nos salvamos de no tener la opinión libre? Estamos encontrando los recursos y las inversiones para las reformas, pero ¿de dónde encontramos un recurso espiritual para fortalecer a la inmunidad educativa? Esas preguntas deben dar a pensar a cada de nosotros”, notó Shavkat Mirziyoyev.

El Presidente habló sobre lo que, hoy en día está educando a los niños no sus padres, sino los teléfonos móviles. 

“Los teléfonos móviles ya no son sólo un medio de comunicación, sino un arma que difunde a la cualquiera información. Las ideologías negativas, las que no corresponden a nuestras cultura y educación, y sin ningún problema están entrando en nuestras familias y sociedad. Todo eso debe preocuparnos. Somos un pueblo orgulloso. No debemos perder nuestro orgullo”, notó el Presidente. 

Y durante los últimos tiempo  entre los jóvenes siguen creciendo las ocasiones de imitir a las tradiciones extranjeras. 

“Desde los tiempos antiguos nuestro pueblo vivía amistosamente. Estaban responsables para la educación de un niño no solamente sus padres, sino sus vecinos, los mayores del barrio. Por eso teníamos menos divorcios, menos peleos. Los mayores enseñaban a los jóvenes trabajar abnegamente, urbanizar a las calles, limpiar a sus casas. Pero ahora algunos no quieren que sus hijos limpien sus casas e invitan a los trabajadores. Aunque la gente no conoce a su vecino en las casas de muchos pisos”, notó el Presidente.

Según el Presidente, el peligro más grande es la indiferencia de las personas.

“Los políticos tienen un dicho “Si duermas tú, se despierten los enemigos”. Y hoy día nadie tiene derecho de ser indiferente y “dormir”. Cada problema y cuestión, traición a la Patria, nación y el mañana empieza de ser indiferente”, selañó Shavkat Mirziyoyev.