En los últimos años, los países de Asia Central han intensificado considerablemente su diplomacia hídrica y climática. Esta tendencia afecta no solo a los niveles nacionales e intrarregionales, sino también a las relaciones de los estados de Asia Central con actores extrarregionales.
Así lo confirman los resultados de las conversaciones entre el presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, y el canciller alemán, Olaf Scholz (15 y 16 de septiembre, Samarcanda), así como la Segunda Cumbre “Asia Central – Alemania” (17 de septiembre, Astaná), en la que se prestó especial atención a las cuestiones de los recursos hídricos, el cambio climático y la protección del medio ambiente.
En particular, Uzbekistán y Alemania firmaron un Memorándum de Cooperación en materia de Cambio Climático en el marco del Acuerdo de París y una Declaración intergubernamental sobre la cooperación en el uso sostenible de los recursos hídricos en el marco de la Iniciativa Asia Central Verde. También se firmó un acuerdo sobre la implementación de dos proyectos: “Diálogo político y gestión del conocimiento sobre las estrategias de protección del clima” (DIAPOL-CE) y “Asia Central Verde Fase II”.
La implementación de los acuerdos alcanzados contribuirá a la consecución de los objetivos y metas de la Estrategia Uzbekistán 2030 y otros documentos conceptuales, como el Concepto de Protección del Medio Ambiente, el Concepto de Desarrollo de la Gestión del Agua, la Estrategia para el Desarrollo de la Agricultura, el Programa Estatal “Economía Verde” hasta 2030.
En general, los acuerdos firmados tienen por objeto ampliar la cooperación entre Uzbekistán y Alemania en materia de cambio climático y seguridad en el marco de la ONU, la Estrategia UE-Asia Central y el Programa Regional de Adaptación y Mitigación del Cambio Climático.
A su vez, la prioridad de las cuestiones climáticas en la agenda “Asia Central – Alemania” se confirma con las disposiciones de la Declaración Conjunta adoptada tras la cumbre. En este sentido, los dirigentes de los países, que aprecian la importancia de la Iniciativa Verde de Asia Central y el apoyo de Alemania a los proyectos regionales, manifestaron su interés en seguir cooperando en materia de cambio climático, medio ambiente y uso racional de los recursos hídricos.
En este contexto, el intercambio de experiencias y tecnologías con Alemania tiene una gran importancia práctica.
En primer lugar, desde finales de los años 90, Alemania ha sido el primer país en aplicar y apoyar activamente las fuentes de energía renovables. Como resultado de las medidas adoptadas, que se denominaron "Energiewende" ("giro energético"), la proporción de fuentes de energía renovables en el volumen total de electricidad consumida ha aumentado del 3,4% a más del 50% en 30 años. Alemania también tiene experiencia en la recogida y reciclaje de paneles solares, baterías de vehículos eléctricos y turbinas eólicas. Teniendo en cuenta el ritmo y la escala actuales de la aplicación de las energías renovables y el creciente número de coches eléctricos en Asia Central, la política alemana en este ámbito puede servir de modelo para los países de la región a la hora de resolver problemas similares.
En segundo lugar, en los últimos diez años, Alemania ha reducido su consumo de energía primaria en un 17 por ciento y se espera que para 2050 se reduzca en un 50 por ciento. Esto se debe a las medidas adoptadas por el país para estimular la introducción de tecnologías de eficiencia energética y equipos de ahorro energético. En este sentido, los países de Asia Central pueden beneficiarse de la experiencia alemana en la reducción de la intensidad energética y de carbono de los sectores industrial, energético, de la vivienda y de los servicios públicos.
En tercer lugar, Alemania es uno de los países líderes en cuanto a la gestión eficaz y el uso racional y de alta calidad de los recursos hídricos. Según la ONU, el 100 por ciento de la población de Alemania tiene acceso a un suministro de agua potable seguro, mientras que en la región de Asia Central, esta cifra es del 79 por ciento. En Alemania, el 99 por ciento de las aguas residuales se someten a un tratamiento seguro, mientras que en la región esta cifra es del 30%. El grado de aplicación de la gestión integrada de los recursos hídricos en el país alcanza el 88 por ciento, mientras que en la región de Asia Central, algo más del 50%. Además, la eficiencia del uso del agua en Alemania es 40 veces mayor que en los países de la región.
Teniendo en cuenta todo esto, es importante que los países de Asia Central adapten y apliquen la experiencia positiva de Alemania en materia de energías renovables y de gestión de los recursos energéticos e hídricos. Esto contribuirá a alcanzar los objetivos y metas del desarrollo verde sostenible ante el creciente impacto del cambio climático.
Por tanto, los acuerdos alcanzados durante las negociaciones bilaterales y tras la segunda cumbre “Asia Central – Alemania” amplían las posibilidades de cooperación entre Berlín y los países de la región en cuestiones de seguridad hídrica, medioambiental y climática.
Lobar Umarova,
Investigadora principal del Instituto de Estudios Estratégicos y Regionales del Presidente de la República de Uzbekistán